A pesar de que el incremento en el tamaño de la camada mejora la eficiencia productiva de la cerda como un todo, podría también traer efectos desfavorables, escribe Dinesh Thekkoot, PhD., Genesus, Canandá.
Durante las décadas anteriores, la selección genética porcina con base en prolificidad ha resultado en unas mejoras sorprendentes en tamaño de camada al nacimiento y al destete. Ya que esto es una manera importante para lograr avances eficientes en el sistema de producción, este rasgo continuará ofreciéndose como “programa bandera” en la mayoría de esquemas de cruzamiento a nivel global.
A pesar de que el incremento en el tamaño de la camada mejora la eficiencia productiva de la cerda como un todo, podría también traer efectos desfavorables en dos aspectos, (a) desempeño de la cerda durante la lactancia y (b) distribución de peso al nacimiento y supervivencia del lechón.
Otras complicaciones de tener más grandes tamaños de camada incluyen el bajo peso promedio al nacimiento de los lechones y una gran cantidad de lechones de bajo peso, que como consecuencia se reflejan en una mayor variación de pesos al nacimiento. Esto es debido al hecho que una selección genética que apunta a tamaños de camada más grandes resulta en tasas de ovulación más altas, incrementando la supervivencia embrionaria sin un mejoramiento concomitante en la capacidad uterina de la cerda.
Muchos estudios han mostrado que los bajos pesos al nacimiento causan un deterioro en la supervivencia del lechón y han reducido también su posterior desarrollo y crecimiento en las fases subsiguientes de destete, desarrollo y engorde.
Un estudio publicado en 2006 por Rehfeldt y Khun ha mostrado que lechones de bajos pesos al nacimiento crecen más lentamente y fueron más grasosos al momento del sacrificio al ser comparados con sus hermanos de camada cuyos pesos fueron más altos. Ellos concluyeron que los lechones de más bajo peso al nacimiento alcanzaron un nivel de crecimiento en fibra muscular mucho más temprano en sus vidas que los lechones de mayor peso al nacimiento y por lo tanto desviaban más energía disponible de la dieta que posteriormente la depositaban como grasa corporal. Estos estudios muestran como los productores pueden sufrir pérdidas económicas debido a estos lechones de bajo peso al nacimiento.
La situación ideal
En una situación ideal las cerdas deberían tener camadas más grandes, menos lechones de bajo peso al nacer y uniformidad en todos los hermanos de la camada, lo cual se traduce en una disminución de la variación del tamaño de la camada. Una camada uniforme al nacimiento nos ofrece un manejo más fácil de la cerda durante la lactancia y nos proporciona mejores retornos debido a un mejor desempeño durante la fase de crecimiento a finalización.
Lo que queremos resaltar aquí es que, no solamente se debe incrementar el número de lechones vivos, sino también la calidad y uniformidad de la camada. Además, la mejora de la tasa de crecimiento magro para compensar aún más el impacto del bajo peso al nacimiento es importante en el desarrollo de las razas maternas.
Genesus ha invertido considerablemente en el mejoramiento genético de la calidad del lechón y por ende de la rentabilidad del porcicultor. Es muy importante tener en cuenta que el peso del lechón al nacer es controlado principalmente por la cerda y es por esto que entender la relación de pesos al nacimiento entre individuos y camada es de vital importancia.
El registro de pesos individuales al nacimiento de lechones nacidos de razas maternas (incluidos los nacidos muertos) se ha convertido en rutinario por muchos años y es una parte critica para identificar los métodos que nos permitan aumentar los pesos al nacimiento de lechones más livianos mientras se disminuye la variación dentro de los pesos al nacimiento y se mantiene un promedio aceptable de pesos al nacimiento por camada.
Supervivencia del lechón
Un efecto inmediato del aumento de la calidad del lechón es el mejoramiento en la supervivencia del lechón hasta el destete. Es muy importante entender la supervivencia del lechón y su relación con el peso al nacimiento.
Genesus mide la supervivencia del lechón en tres fases de tiempo diferentes:
- El primero es supervivencia prenatal/parto, la cual es definida como el número de lechones nacidos (excluyendo momias)
- Supervivencia temprana calculada por el número de lechones vivos después de 24 horas de nacidos
- Finalmente supervivencia tardía, la cual es calculada por el número de lechones que han sobrevivido desde las 24 horas después del nacimiento hasta el destete.
Los rasgos de la supervivencia prenatal/parto y la supervivencia temprana son influenciados por el tamaño de la camada al nacimiento y el peso del lechón al nacimiento.
Por lo tanto, la selección genética para mejorar esos rasgos también ayudará a aumentar la viabilidad de los lechones y alcanzar camadas más grandes y más uniformes. La comprensión y entendimiento del control genético y las relaciones entre el peso al nacer y la supervivencia de los lechones, junto con la utilización de metodologías genómicas para la selección, mejorará estos rasgos, y los clientes de Genesus se beneficiarán al destetar lechones más grandes y más uniformes que obviamente conducirá a una mayor rentabilidad.
Referencias
Rehfeldt, C. and Kuhn, G. 2006, Consequences of birth weight for postnatal growth performance and carcass quality in pigs as related to myogenesis, Journal of Animal Science, 84. 113-123.
