En tres meses de 2017 las importaciones de bondiola llegaron a más de 1.900 toneladas que se destinaron en su totalidad al mercado de carne fresca, a pesar que vienen congeladas y “es un engaño al consumidor con el cual nadie hace nada”, afirmar desde la Asociación Argentina de Productores Porcinos.
La institución que preside el ingeniero zootecnista Juan Luis Uccelli enfatizó que “ni el gobierno nacional, ni los provinciales, ni los municipales, ninguno hace frente al engaño al consumidor”.
Una editorial de la AAPP destaca que “algunos minimizan el daño recordando que la importación total es tan solo el 8% de la producción, pero no dicen que en el caso de la bondiola el porcentaje sube a casi el 50%. Tampoco bajan el precio al consumidor. Los que ganan: los importadores especuladores que se quedan con la gran tajada. Los que pierden: los consumidores, los productores de cerdo nacional, los Gobiernos y en realidad toda la Nación”, subrayó Uccelli.
Con relación al Operativo “Carne Débil” en Brasil donde se confirmó la adulteración y “maquillaje” de carne bovina y aviar en mal estado por parte de varias empresas, no sólo los brasileños han comenzado a preocuparse por la carne que consumen. La AAPP fijó su posición y acciono en consecuencia y a través de un comunicado indicó:
Desde el fin de semana nos estamos sorprendiendo por las denuncias con respecto a la adulteración de carnes en Brasil y desde la Asociación el mismo lunes por la mañana realizamos los reclamos correspondientes ante los Ministerios de Agroindustria, Producción y Salud. El Gobierno propuso aumentar los controles, pero creemos que no es suficiente. Lo único que podemos garantizar es que la carne fresca de cerdo que producimos en Argentina es de excelente calidad y aconsejamos a la población no comprar ni carne congelada, ni aquella que haya sido descongelada y que diga “no volver a congelar” y al carnicero de siempre que nos garantice que nos vende carne nacional.
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